Hoy día nuestra comunidad necesita respuestas concretas a los cambios que se viven a diario, la iglesia como agente del reino de Dios tiene que estar lista para el desafío de seguir con la misión y la visión de un mundo y una comunidad que grita por un cambio.  Los creyentes necesitan expresar el amor de Dios para tocar las entrañas de las personas que están a nuestro alrededor. Hay una urgencia de salir de las cuatro paredes y darle el abrazo de consuelo y misericordia que tanto necesita nuestra comunidad.

Jesús no solo se preocupo de predicar pero también de suplir las necesidades de las personas con las que el tuvo contacto. La iglesia tiene que desarrollar estrategias que ayuden al desarrollo espiritual y social de nuestra comunidad, dejar de ser la iglesia institución y ser sensibles a los cambios que se producen en nuestro barrios. No es el edificio que hace a la iglesia, son las personas que nos hacen ser lo somos EL CUERPO DE CRISTO.

"El mundo no creerá que lo que los cristianos podemos causar una gran diferencia, hasta que la textura de nuestra vida no muestre el sello de la justicia de Cristo". Haynes, John Rudolph.


NUESTRA HISTORIA

Recibimos el llamado de plantar una iglesia en el año 1999 pero no fue hasta el año 2ooo que pudimos plantar nuestra iglesia TORRE DE ALABANZA en Duarte Ca. Donde hemos visto el poder de Dios transformando vidas tal como Dios nos los había dicho. Llegamos a Duarte con sueños de ver nuestra comunidad transformada y hoy hemos podido ser testigo de vidas cambiadas por el poder del Espíritu Santo.

Hoy nuestra iglesia no es una fachada más en nuestra comunidad, somos parte de nuestra comunidad; la expectativa de hacer la voluntad de Dios y cumplir el llamado que Dios depositó en nuestras vidas. Hoy  podemos decir que ese mismo poder que levantó a Jesús de entre los muertos ha operado de la misma manera en la vida de los hermanos que son parte de la gran familia de TORRE DE ALABANZA.

Nunca sabremos lo que Dios tiene para nosotros sin nosotros no caminamos a nuestro destino y nuestro destino es caminar hacía donde está el centro del propósito de Dios para nuestras vidas su IGLESIA.